Hemos recorrido ya un largo trecho
por caminos diversos.
Tu en la patria definitiva
yo vagando titubeante
por estos ásperos caminos.
Y todavía te busco
en una esquina olvidada,
detrás de una puerta entreabierta,
para pedirte ese consejo
que nunca me negabas.
Pero no es allí donde te encuentro.
Allí sólo viven los recuerdos
atesorados con esmero
inalterables.
La vida habita
en otros pagos.
Vienes a mí de improviso.
Cuando menos lo espero
tocando suavemente
a las puertas de mi corazón,
con tu sonriente mirada
y una respuesta a mi inquietud.
Eres como un Rey Mago
que llega de noche
a escondidas
cuando nadie le ve
y a veces
todavía
me hace llorar.
Olga Brajnović