Siniša Galavašević, premio Brajnović 2001, fue homenajeado ayer en Croacia con motivo de los actos en recuerdo de la tragedia de Vukovar en 1991.
Corresponsal de la Radio Croata, emitía a diario reportajes sobre la situación de la ciudad sitiada para darla a conocer al mundo. En cuanto a sus conciudadanos, les hablaba de mil cosas desde el sótano de su casa, donde se refugiaba de los bombardeos, para ayudarles a mantener la moral . Entre otros programas, emitió una serie de relatos llenos de lirismo, sobre la ciudad que tanto amaba: las «Historias de Vukovar.»
La Radio Televisión Croata reprodujo ayer su última emisión informativa desde la ciudad cercada por las fuerzas serbias durante la guerra, el 18 de noviembre de 1991 un día antes de la toma de Vukovar, dando cuenta del número de civiles que estaban atrapados, el número de niños que había entre ellos y el número de heridos que estaban en el hospital, esperando que entraran las fuerzas internacionales a rescatarlos. Pero quienes entraron el 19 de noviembre fueron las fuerzas paramilitares y militares serbias que se llevaron a todos prisioneros, incluidos los hospitalizados. La mayoría murieron, fueron ejecutados o desaparecieron. A él lo mataron el 20 de noviembre y apareció en una fosa común en la cercana localidad de Ovčara.
En 2001 recibió a título póstumo el premio Brajnović junto con otro héroe que dio su vida por dar voz a las víctimas de la peor violencia: el reportero español Miguel GIl Moreno, que después de una admirable trayectoria, fue asesinado en Sierra Leona el 24 de mayo de 2000.
En la fotografía, Glaviašević, emitiendo desde un sótano en la Vukovar sitiada durante la guerra.